Omega 3. Estos minerales esenciales reducen la inflamación y juegan un papel fundamental en el funcionamiento del cerebro, especialmente la memoria y el estado de ánimo. El cuerpo no puede producirlos, por lo que necesita, ya sea comer o tomar suplementos. Entre los alimentos que lo incluyen está el pescado azul, sardinas, arenque, langostas, cangrejos, yema de huevo, aceite de linaza, nueces, fresas.
Vitamina D. Esta deficiencia se ha vinculado a la depresión, la demencia, y el autismo. Entre los alimentos en que lo encontrarás está el salmón, leche, atún en aceite, yogurt, cereales. Recuerda que la mayor fuente de esta vitamina es el sol.
La importancia de la vitamina D
Magnesio. Es muy probable que tengas insuficiencia de magnesio. El estilo de vida que puedas llevar influirá mucho: el exceso de alcohol, sal, café, azúcar, ácido fosfórico (en la soda), el estrés crónico, antibióticos. El magnesio se refiere a veces como el antídoto del estrés, el «más poderoso mineral relajación que existe», según Hyman. Podrás encontrar magnesio en las espinacas, semillas de calabaza, habas de soya, cereales integrales, aguacate, banana, chocolate amargo.
Vitaminas del complejo B. Vitaminas del grupo B como la vitamina B- 6 y vitamina B- 12 pueden ofrecerte algunos beneficios para la salud increíbles, incluyendo la reducción del riesgo de infartos cerebrales y una piel y uñas saludables. Por otro lado, una deficiencia de vitamina B puede afectar a tu salud mental. Más de una cuarta parte de las mujeres mayores con depresión severa tenían deficiencia de B- 12, según una estudio de 2009. Las fuentes de vitaminas B son: cereales de granos enteros, yema de huevo, leche, carnes rojas, soja.
Ácido fólico. Las personas con un nivel bajo de ácido fólico sólo tienen una respuesta del 7 por ciento a un tratamiento con antidepresivos. Las personas con altos niveles de folato tienen una respuesta de 44 por ciento, según Hyman. Encontrarás ácido fólico en la naranja, gandules, remolacha, espinacas, maní, pan blanco, tomates, lechuga repollada, banana, mantequilla de maní.
Aminoácidos. Ayuda a tu cerebro a funcionar correctamente. Una deficiencia de aminoácidos puede hacer que te sientas lento, niebla, fuera de foco, y deprimido. Buenas cantidades de aminoácidos están en la carne de res, huevos, pescado, frijoles, semillas y frutos secos.
Hierro. La forma más común de anemia -un número insuficiente de glóbulos rojos- es causada por deficiencia de hierro. Sus síntomas son similares a la depresión: fatiga, irritabilidad, confusión mental. Encontrarás hierro en las almejas, mejillones, yema de huevo, entejas, garbanzo, Morcilla de sangre roja, almendras, uva.
Zinc. Activa tus enzimas digestivas para que puedas romper tu comida, y trabaja para prevenir las alergias alimentarias (que, a su vez, evita la depresión en algunas personas, ya que algunos de los trastornos del estado de ánimo son provocados por alergias a los alimentos). También ayuda a tu ADN para reparar y producir proteínas. Por último, el zinc ayuda a controlar la inflamación y aumenta el sistema inmunológico. Los alimentos ricos en zinc son: el chocolate sin azúcar añadida, el cacao en polvo, semillas de sandía secas, cordero, carne de res bajo en grasa, ostras, maní, hígado de ternera, espinaca.
¿Qué alimentos tienen más proteínas?
Yodo. La deficiencia de yodo puede ser un gran problema, ya que el yodo es fundamental para la tiroides funcione como debe ser, y la tiroides afecta a más de lo que crees: tu energía, el metabolismo, la temperatura corporal, el crecimiento, la función inmune, y el rendimiento del cerebro (la concentración, la memoria, y más). Cuando no está funcionando correctamente, puedes sentirte muy deprimido, entre otras cosas. Encontrarás yodo en las almejas, mejillones, bacalao, atún, salmón, sal yodada, mariscos en general.
Selenio. Al igual que el yodo, el selenio es importante para la buena función de la tiroides. El selenio está en las lentejas, cacahuates, semillas de girasol, mantequilla de maní, huevo, carne de res, hígado, té negro.
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