Los trastornos ortopédicos que presentan los niños es motivo de gran preocupación para los padres.
Normalmente los padres llevan a los chiquitos a consulta ortopédica a los 2 o 3 años, pero se deja pasar un tiempo muy valioso para la detección de algún problema y el inicio del tratamiento, ya que la edad ideal es al año, o en los niños que inician a caminar sin necesidad de sostenerse de ningún objeto, antes del año de edad.
«Mientras más temprana sea la edad de inicio del tratamiento ortopédico, la evolución y el pronóstico será más satisfactorios, un diagnóstico precoz es el pilar fundamental para el tratamiento adecuado de la patología ortopédica, es muy importante que el pediatra sepa reconocer adecuadamente las patología, diferenciarla de los hechos fisiológicos que ocurren durante el crecimiento del niño y cuando corresponda referir tempranamente al especialista», expone la ortopediatra Irma Montilla.
No todos los pies son iguales
La especialista explica «Existen diversos padecimientos ortopédicos que pueden sufrir los niños desde su nacimiento, los pies de los pequeños suelen ser de varias formas, ningún niño tiene sus pies iguales, de acuerdo al desarrollo con el tiempo los pies toman su forma adecuada, con el desarrollo de la posición de pie y la caminata, que no requieren tratamiento.