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El pediatra neumólogo Luis Alam Lora señala la humedad como uno de los factores de tipo ambiental que mayor condiciona en nuestro país el crecimiento de hongos y bacterias que, “cuando los niños con predisposición asmática inhalan estos hongos por vía respiratoria, puede desencadenar episodios de asma aguda o crisis asmática”.

Lora revela que fruto de la aplicación del Estudio Internacional de Asma y Alergia en Niños (ISAAC, en inglés) hacia el 2003, se estableció que el país está situado dentro de una prevalencia media alta, con un 18 por ciento de la población encuestada que presentó síntomas asmáticos.

Otros factores que pueden predisponer a que el niño padezca de asma son, además de las diferentes condiciones como el polvo, el ácaro o algunos contaminantes ambientales, por ejemplo, partículas suspendidas en el ambiente.

“La cucaracha genera en el ser humano un fenómeno de alergia”, informa Lora, al igual que el residuo que genera la goma de los vehículos es un factor importante en generar o precipitar un episodio de asma aguda.

Existe un mito sobre el asma que el especialista quiere dejar claro, y es el relativo a “cantidad” de asma. “Se es o no asmático”, sostiene, en referencia a que la condición de “pre-asmático” o “un chin de asma” no existe.

Lo que sí puede suceder es una infección respiratoria con presencia de síntomas asmáticos, o el comúnmente llamado “apretarse del pecho”.
Los niños que presentan esta sintomatología no necesariamente padecen de asma, de hecho, a medida que crecen pueden dejar de presentar estos episodios.

Lora también señala que el padecimiento de asma puede deberse a factores genéticos. Si uno de los 2 padres es asmático, el niño tendrá un 25 por ciento de probabilidades de padecerla, y si son ambos, el porcentaje aumentará a la mitad.