¿Cómo ayudo a mi hijo a controlar esfínteres?
El control de esfínteres es un proceso fisiológico que se desarrolla en los primeros años de vida. No podemos establecer la edad exacta ya que cada niño es único y logrará esta destreza, cuando su organismo esté listo. Para esto, los niños necesitan alcanzar la madurez neurológica y motora requerida. Esta madurez se demuestra cuando: Permanecen varias horas con el pañal limpio; expresan incomodidad cuando están sucios o mojados; se colocan en cuclillas para orinar o defecar; y/o quieren imitar a sus padres o hermanos cuando van al baño.
La paciencia y compresión de los adultos involucrados en este proceso serán determinantes para que el niño logre la destreza en el tiempo adecuado y para que no asuman esta etapa con ansiedad y miedo.
Algunos aspectos a considerar durante el entrenamiento:
1. Preparar al niño e involucrarlo activamente:
· Explicar al niño que dejar el pañal es crecer y demostrar que ya es grande.
· Leer libros con historias de niños que van al baño.
· Comprar un inodoro que sea atractivo y cómodo. Algunos padres prefieren el asiento ajustable para inodoros y un banquito para subir. Permitir que el niño lo personalice según su preferencia.
· Colocar el inodoro siempre en el mismo lugar del baño. Si optan por el asiento ajustable, este y el banquito deben estar siempre en el inodoro.
· Integrar al niño en la compra de ropa interior y hacer un ritual de regalar los pañales a otro bebé.
· Vestir al niño con ropa que sea fácil de quitar.
2. Seguir instrucciones precisas, para evitar confundir al niño:
· Informar el procedimiento a las personas que van a ayudar con el entrenamiento.
· Eliminar el uso total del pañal, incluyendo el pañal de la noche.
3. Acompañar al niño al baño y preguntarle frecuentemente si quiere ir:
· Establecer rutinas para ir al baño en diferentes momentos del día.
· Motivar al niño a desvestirse sin asistencia. Si nota que no puede, debe ayudarlo.
· Transmitir al niño frases positivas mientras estén en el baño: “Eres un niño grande”, «Estoy contento porque lo estas logrando», “Lo haces como papi o mami”.
· Si decide llevarlo al baño, nunca lo deje sentado en el inodoro por más de 3 minutos. Si el niño no quiere, intente luego.
4. Enseñar hábitos de higiene:
· Motivar a descargar el inodoro, desechar los papeles y lavarse las manos.
· Enseñar al niño a limpiarse; mientras aprende, debe ayudarlo.
5. Felicitar sus logros:`
· Informar a las profesoras cuando el niño llegue al colegio sin pañal; para celebrar juntos.
· Elogiar al niño cada vez que logre orinar y/o defecar en el inodoro.
· Premiar al niño si logra controlar durante la jornada del colegio, el período de la tarde, y/o controlar por la noche.
6. Ser pacientes:
· En casos de “accidentes”, recordarle los pasos a seguir.
· Cambiar al niño de ropa para que no se acostumbre a estar sucio.
· Evitar regañarle, castigarle y/o decirle palabras ofensivas; ya que esto dificultará el proceso, generando ansiedad y miedo.
7. Iniciar de forma simultánea el entrenamiento nocturno:
· Cubrir el colchón con un cobertor plástico.
· Controlar la ingesta de líquido. No debe tomar líquidos una hora antes de ir a la cama.
· Llevar al niño al baño antes de dormir.
· Vestir al niño con ropa apropiada para la temperatura de la habitación.
· Evitar despertar al niño durante la noche.
Si va de paseo:
· Controlar los líquidos que ingiere el niño antes de salir de la casa y durante el paseo.
· Llevar al niño al baño antes de salir.
· Empacar varias ropas por cualquier “accidente”.
Podemos decir que el niño ya controla sus esfínteres cuando es capaz de ir solo al baño, si está en su entorno familiar o pide ayuda, cuando se encuentra en un lugar desconocido.
Por: Nancy Patricia Canó, M.S.
Sub Directora Colegio Bilingüe New Horizons
Artículos relacionados
¿Cómo prevenir la dermatitis del pañal?
Hábitos de higiene a los 3 años