Luis Felipe Encarnación, especialista en Otorrinolaringología, recomienda a las madres a prestar atención cuando el niño entre cuatro y seis años, que son los más propensos a su sufrir esta patología, si ronca, no escucha bien, respira por la boca y cuando lo hace por la nariz esta es fuerte y ruidosa, podría tener las adenoides inflamadas.
“ Aunque las vegetaciones no son visibles a simple vista y para poder examinarlas se debe realizar un estudio de endoscopia o de rayos x, debido a su ubicación son muy fácil de detectar por las madres porque al aumentar de tamaño producen obstrucción del paso de aire y del moco de la nariz a la garganta, trayendo como consecuencia dificultad respiratoria lo que obliga al niño o adolescente a respirar por la boca y con el paso del tiempo altera la posición de los dientes y la forma de la cara, además de mal aliento, ronquido y apnea del sueño”, explica el doctor.
Consecuencias
Los niños con adenoides crecidas sufren frecuentemente de nariz húmeda y abundante moco, así como de sinusitis y de infecciones de oído, pues a ambos lados de las adenoides se encuentran los orificios nasales de las trompas de Eustaquio, que comunican con el oído y su inflamación repetida obstruye la desembocadura de ese conducto, produciendo una de otitis media que, además de ser muy dolorosa, puede dañar irreversiblemente la audición y producir infecciones peligrosas en el oído que en casos extremos pueden llegar hasta a meningitis y absceso cerebral, explica el otorrino Encarnación.
Tratamiento
El tratamiento para la adenoides consiste en la administración de antibióticos, antiinflamatorios, antialérgicos que actúa favorablemente evitando el crecimiento de las adenoides, en cambio, no sirve para disminuir el tamaño de las mismas una vez que se hipertrofiaron (agrandaron). En el caso de infecciones, el tratamiento consiste en tratar la infección.
Cuando los síntomas se incrementan progresivamente y las molestias interfieren con el normal desarrollo del niño o existen complicaciones, las medidas terapéuticas consisten fundamentalmente en la extirpación de las adenoides.
El especialista expresa que “en ese período de crecimiento acelerado es cuando pueden llegar a producir obstrucción y se hace necesario operar, debiendo ser extirpadas por completo, esta cirugía se llama adenoidectomía y se realiza preferiblemente cuando hay obstrucción, ronquido y apnea del sueño que puede llevar a hipertensión pulmonar y alteraciones de la conducta del niño, también en casos de infecciones repetidas o presencia de líquido en el oído medio, sinusitis y goteo permanente de material purulento”.
La cirugía es de corta duración, apenas unos 30 minutos, se realiza bajo anestesia general con instrumentos convencionales y mas modernamente con un aparato que se llama microdebridador que permite mejor acceso y succiona a la vez que corta el tejido adenoideo.
“Muchas madres le temen a la cirugía, por desconocimiento a las consecuencias que podrían tener de no extraerlas a tiempo, aunque las adenoides son parte del sistema de defensa, no son imprescindibles, pues constituyen menos del 1% de todo el tejido linfático del cuerpo, unas adenoides que obstruyen la respiración, el oído o el sueño no son una defensa sino más bien una ofensa” expone el doctor Luis Encarnación.
Más sobre el Especialista
Doctor Luis Felipe Encarnación
Otorrinolaringólogo
Centro de Otorrinolaringologia y Especialidades
Teléfono : 809-685-0080