Es verano, y para los niños esto significa que es temporada de mucha actividad, deportes, natación, ciclismo etc., es importante que los padres y los niños repasen algunos consejos de seguridad para la temporada.
El verano presenta su propio conjunto de riesgos. A fin de ayudar a los padres a mantener a los niños felices, sanos y seguros durante todo el verano, les ofrecemos algunos consejos:
Establece una rutina vacacional. En casa fija un horario familiar para dormir y levantarse. Si vas a permitir que tus hijos se desvelen un poco más, que se levanten más tarde para que duerman lo suficiente.
Sin embargo, todos deben tener responsabilidades matutinas en casa, para que haya una estructura y unas expectativas que lograr. Mantener el orden en casa es primordial para tener un ambiente seguro.
Insiste en reglas de seguridad. “Nada de andar en bici sin casco. Andar sin zapatos, ir a nadar sin permiso, hablar con extraños. Si reglas como estas están bien establecidas en tu casa, tus hijos las seguirán automáticamente. Si no, es momento de repetirlas y practicarlas sin excepciones.
Evita las trampas en casa. En vacaciones, los juguetes pasan más tiempo afuera de las repisas y a veces regados por todas partes, donde pueden causar caídas.
Aparta un espacio seguro y poco transitado donde tus hijos puedan jugar dentro de la casa, y acostúmbralos a recoger un juego antes de sacar otro.
Prepara a tus hijos para las actividades al aire libre. Exige que tus hijos usen bloqueador solar, repelente para insectos y ropa adecuada para andar afuera.
Repasa estrategias para una emergencia. Por ejemplo, antes de salir a pasear, pónganse de acuerdo sobre qué hacer en caso de separarse: que tus hijos pidan ayuda a un vendedor en el centro comercial o al guía en la excursión, o que se comuniquen contigo en caso de llevar celular. Pónganse de acuerdo sobre un lugar fijo donde se puedan encontrar.
Mantente alerta en las actividades con agua. Asegúrate que siempre haya supervisión adecuada cuando tus hijos vayan a nadar.
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Si van a un lugar público y sobre todo cuando tú no estás presente, ellos tendrán que observar las reglas de seguridad, seguirlas al pie de la letra y atender las indicaciones de los salvavidas. Prohibidos los juegos rudos, y evitar llevar ropa con accesorios, colgantes en el traje de baño que se puedan atorar o enganchar con cualquier cosa dentro del agua.
Cuida la nutrición. Con el calor de verano y el horario más libre, a veces nuestros hijos no comen lo necesario para mantener un equilibrio sano. Ten a la mano frutas, jugos, refrigerios frescos que ayuden a la hidratación tan importante cuando hace calor.
Asegúrate que tus hijos estén comiendo suficientes proteínas durante el desayuno y la cena para mantener su sano crecimiento, y que tengan acceso a los carbohidratos necesarios para darles la energía que desgastan más durante el verano.
Mantén a tus hijos ocupados. Necesitan cosas que hacer todos los días, porque el tiempo sin actividad invita a la improvisación peligrosa. Inscribirlos en algún campamento o clase es buena idea, siempre y cuando no sea un sustituto por la convivencia familiar.
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Visualiza las vacaciones como una oportunidad. Convive con tus hijos disfrutando paseos o actividades diferentes. Comparte tus lecturas favoritas. Invítalos a descubrir nuevos pasatiempos o intereses, como la costura, la cocina o el patinaje.
Si trabajas, aprovecha el tiempo libre de tus hijos para que estés con ellos en la noche, ya que no tendrán que dormir temprano, o para invitarlos a lonchar contigo.
El verano puede ser un tiempo único para que tus hijos crezcan en un ambiente más abierto y desarrollen nuevas habilidades. Para aprovecharlo, protege su salud y su seguridad.
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