Están en una reunión familiar y tu hijo está siendo el centro de atención. El tío lo está lanzando por los aires, al principio le gustaba pero ya estás viendo en su carita que no le gusta. Lamentablemente el tío no se da cuenta de esto y piensa que tu hijo se está divirtiendo.
Estas son situaciones más comunes de las que piensas, es muy difícil cuando se trata de alguien de tu familia o un amigo que está aturdiendo a tu hijo.
Claro es fácil cuando es la abuela pero si es la madrina no podrías ser tan directo, y con cuando hay personas que pueden ser heridas muy fácilmente, aunque sea no sea tu intención.
Quisieras que todos se sientan cómodo a tu alrededor, si dices que dejen de hacer algo lo más probable es que digan que eres muy “ñoño” con tu hijo.
¿Por qué deberías intervenir cuando los adultos abruman a tu hijo?
Muchos niños y hasta jóvenes no se sienten capaces de hablar o expresar sus sentimientos en un momento así.
Los adultos a veces no tomamos las protestas de los más pequeños. Puede ser que tu hijo diga que paren pero los adultos posiblemente piensen que ellos saben lo que hacen.
Tu hijo tiene todo la confianza en ti y eres su soporte, por lo que cuando tu hijo ve que intervienes por él, su confianza aumenta hacía ti. Conoces a tu hijo mejor que nadie, y lo que para otro puede parecer un juego muy divertido sabes que se puede sentir abrumado o hasta avergonzado. No todos los niños son iguales puede ser que algunos bromeen con mayor facilidad que otros, algunos puedes sentirse muy ansiosos siendo el centro de atención así que tú eres la persona indicada para saber cómo se siente tu hijo en las diferentes situaciones.
¿Cómo desarrollar una relación de confianza con nuestros hijos?
Situaciones en la que posiblemente podrías intervenir:
Cosquillas. Sabemos que todos nos reímos en un momento de cosquillas, pero luego de un rato ya no es nada divertido, tu hijo puede hasta botar lágrimas en medio de las cosquillas porque es la única manera de comunicarse.
Juegos pesados. El problema con esto es que algunos adultos no saben escuchar cuando ya es suficiente para un niño.
Fotografías. Muchas veces los niños no están de humor para tirarse fotos y mucho menos para sonreír frente a la cámara, no hay necesidad de obligarlos a algo así.
Burlas. Las burlas son algo muy delicado, puede ser divertido entre dos adultos o hasta entre dos niños pero no para todos.
Besos y abrazos. Es normal decirle a los niños cuando llegan a un lugar que saluden de besos y abrazos, pero ¿y si ellos no quieren?
Dándoles el poder de que den besos y abrazos si quiere ayuda a su confianza y le enseña que su cuerpo es de él.
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