Los avances en las nuevas tecnologías permiten diseñar ejercicios presentados como videojuegos, con el objetivo de trabajar y mejorar las funciones cognitivas de niños con déficit de atención.
El Trastorno por Déficit de Atención fue descrito por primera vez en 1902 por el pediatra inglés George Still (con otra denominación), que estableció las causas del Déficit de Atención y lo definió ya como un factor heredado. Su denominación desde entonces ha ido cambiando con el paso de los años.
El Trastorno por Déficit de Atención con hiperactividad (TDAH) es un trastorno del desarrollo del niño de carácter complejo, entre otras cosas por su diversidad. Así, puede acompañarse de trastornos del aprendizaje o del comportamiento, como por ejemplo la agresividad infantil. El TDAH puede parecer una cuestión de fuerza de voluntad o de autocontrol del niño, pero realmente es un problema de la química del encéfalo. El Trastorno por Déficit de Atención se acompaña, a veces, de hiperactividad y/o impulsividad, lo que da lugar a tres posibles perfiles de TDAH: Inatento, Impulsivo e Hiperactivo. Por ejemplo, puede no tener dificultad para mantener la atención, pero sí para percibir los detalles importantes de las cosas. Puede despistarse con frecuencia, pero no tener una movilidad excesiva. Estaríamos hablando, entonces, del perfil Inatento o de trastorno puro de la función atencional, sin Hiperactividad.
El diagnóstico correcto de TDAH sólo puede asegurarse acudiendo a un profesional especializado en este ámbito(médicos o psicólogos clínicos). Una vez que se diagnostica el Trastorno por Déficit de Atención, hay que tener en cuenta que cada niño es distinto, a pesar de agruparse bajo el mismo problema. El TDAH estaría presente desde el primer año, pero no puede confirmarse su diagnóstico hasta los cinco o seis. Esto es debido a que un alto porcentaje de niños pequeños se mueve mucho y es frecuente que no presten atención a las cosas. Los síntomas del TDAH se pueden manifestar en la primera infancia, aunque con frecuencia no son evidentes hasta que la persona se enfrenta a los retos más exigentes de la adolescencia o la edad adulta. Los problemas en los que se centra el Trastorno por Déficit de Atención con o sin hiperactividad son la actividad (hacer muchas cosas), la hiperkinesia (moverse mucho), y la dificultad de prestar atención a las cosas.
La atención es un conjunto de procesos que tienen lugar en determinadas áreas del cerebro y que se diferencian en:
Atención focalizada: Capacidad para dirigir y enfocar la atención hacia un algo.
Atención sostenida: Capacidad para mantener la atención en una tarea determinada.
Atención selectiva: Capacidad para evitar los distractores y la información irrelevante cuando estamos realizando una actividad.
Atención dividida: Capacidad para alternar el foco de atención entre distintas tareas.
La Hiperactividad y la Inatención pueden derivar, aunque no siempre, en fracaso escolar o en problemas al interactuar con otros. “En el caso de los niños inatentos, el riesgo de fracaso escolar es mayor que los hiperactivos. Al contrario, los niños hiperactivos presentan más problemas de conducta que los inatentos” (García Pérez y Magaz Lago, 2007).
Además, los deterioros incluyen dificultades crónicas en la autorregulación de las emociones y aumentan el riesgo de que una persona tenga trastornos cognitivos, emocionales o conductuales adicionales a lo largo de su vida.
Por esta razón recomendamos que lleves tu niño con un especialista que pueda disminuir las apariciones de cambios conductuales.
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