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Es increíble, pero basta media vez, que arranque a mi aventura de salir al supermercado para hacer la compra con mi hijo, o a una tienda a comprar algún asunto pendiente, o tan solo a caminar por los pasillos de la clínica en lo que espero su cita, para que de una vez sienta todas las miradas sobre mí, viéndome con esta expresión de que… ella se siente bien? Oh, mira a esa, hablando como una loca con su hijo “como si él la entendiera”…… Y eso sin contar, que hay uno que otro atrevid@ que se te acercan y te lo dicen, ah  porque usted se cree que él la entiende, que usted le habla como si fuera una gente de verdad… Ah porque entonces (me pregunto yo) ¿un niño no es gente? ¿Y es que de verdad hay tanta ignorancia aún en esta sociedad de la importancia que tiene el hablarle a tu hijo todo el tiempo? (porque de hecho Sí te entiende, y más de lo que uno se imagina), porque es la mejor manera de estimular su lenguaje.

Pues definitivamente, todavía es necesario crear mayor consciencia de que desde ese primer instante en el que tomas a tu bebé por primera vez, ya se están comunicando mutuamente. Su llanto no es una manifestación de tus habilidades como padre, sino un intento de comunicación del pequeño. Un “idioma”, el del bebé, que al principio te sonará algo raro, pero que antes de lo que crees lo entenderás perfectamente, logrando atender sus necesidades según lo que él te comunica.

Y a la inversa, tú también podrás enseñarle tus formas de comunicación: hablando, tocando, susurrando, abrazando, gesticulando, etc. A medida que vayas aprendiendo su lenguaje, él aprenderá el tuyo.

Las vías de comunicación con el bebé son infinitas y cada padre o madre recorre unas u otras. Pero de las que se proponen comúnmente están:

– Comenta todo: Mientras estés con tu bebé, no des un paso sin comentarle lo que estés haciendo.

– Háblale despacio.

– Pregunta mucho: No esperes a que el pequeño pueda contestar para hacerle preguntas.

– Espera la reacción: Aun cuando el niño todavía no hable, ya está empezando a procesar la información y a menudo reaccionará a lo que dices.

– Dale la palabra: Varios estudios han demostrado que los niños aprenden a hablar antes cuando los padres hablan con ellos y no a ellos. Dale la oportunidad de intervenir en el diálogo con un balbuceo, una risita, etc.

– Utiliza frases sencillas

– Dale órdenes cortas y precisas

– Ponle música: Y crea tú mismo un repertorio de canciones y rimas, ya que repetir las mismas canciones de cuna doce veces al día, al niño le encantará y así es como aprende.

Cuando el niño entra en la etapa del desarrollo lingüístico, todo lo que le digas adquiere un nuevo  significado.  Esto le dará  los  cimientos  para  aprender  el  lenguaje  tanto  receptivo  -comprender lo que oye-, como expresivo  -hablar-, que se desarrollará más lentamente que el primero. Para ayudarle a desarrollar ambos tipos de lenguaje, habla con tu bebé TOOOODO el tiempo. Nunca dejes de hablarle cuando estés con él y esté despierto. Desde el vientre los bebés oyen y aprenden a reconocer su entorno.

Fuente: Periódico HOY

Escrito por: Kedmay Klinger Balmaseda klinger_psicologia@yahoo.es