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Cuanto más pequeños son los niños que ven una película de terror, más duraderos serán los efectos.

Los niños que ven películas de terror, a menudo tienen pesadillas o sienten ansiedad. Los niños  entre 2 y 7 años de edad no pueden distinguir entre la realidad y la fantasía.

Es difícil encontrar películas con escenas de terror adecuadas para la edad. Algo que aterroriza a los niños de 5 años (fantasmas, personajes malvados, grandes peligros) será insignificante a los 15 años. La sensación de terror surge del miedo a lo desconocido, la sorpresa y el miedo a la pérdida de un ser querido.

Según el nivel de desarrollo emocional de nuestros hijos, diferentes cosas los afectarán de diferentes maneras. A los niños pequeños los asustan más las criaturas, que los más grandes saben que no existen. Los ruidos repentinos, los sonidos escalofriantes y la música generan tensión, tanto en los más pequeños como en los más grandes.

Las películas con imágenes de terror, peligro intenso, sonidos fuertes y, sobre todo, sangre y violencia, pueden generar todo tipo de alteraciones. Entre ellas, ansiedad, trastornos del sueño y miedo de posibles situaciones. Los niños menores de 7 años no pueden distinguir con facilidad entre la fantasía y la realidad, aunque usted les diga que “no es real”. Se dará cuenta si el niño se ha asustado demasiado cuando empiece a tener problemas para dormir, miedos absurdos y obsesiones con cosas como zombis. Las imágenes y sonidos aterrorizantes e inquietantes pueden afectar a niños y adolescentes vulnerables durante años.

Consejos para padres con niños de 5 a 12 años

Seleccione los medios con cuidado. Los niños menores de 7 años creerán lo que ven. Cuando seleccione medios, nada debe ser más alarmante que un “¡Buu!”. Es posible que a los niños mayores de 5 años les gusten las casas embrujadas, los misterios y las cosas que se disparan solas por todos lados; pero siempre deben ser dibujos animados, lo cual los ayuda a darse cuenta de que se trata de una fantasía. Tenga cuidado con los monstruos, esqueletos, extraterrestres y zombis. Evite cualquier material peligroso que tenga relación con personajes de la edad de sus hijos.

Esté preparado para cuando las cosas sí se golpean solas por la noche. Si su hijo tiene miedo, hágale una caricia reconfortante, sírvale un vaso de agua o distráigalo con otro tema. Los niños de entre 2 y 7 años responden bien a los remedios mágicos y los rituales nocturnos, como sacar a los monstruos del ropero.

No se sorprenda si a sus hijos de repente empieza a gustarles el terror. Los niños de entre 8 y 10 años pueden manejar la sensación de miedo por períodos más prolongados; en realidad, les encanta. Incorpore los fantasmas y los rostros macabros, pero siga eligiendo películas sin escenas sangrientas ni daños físicos. Algunos momentos inten-sos son divertidos siempre que la resolución implique un final feliz.