Es triste ver a un ser amado pasar por un momento difícil. La tristeza es parte de nuestra vida, cuando una persona sufre un problema importante, lo normal es que se produzcan cambios en su comportamiento y estado de ánimo, es inevitable que los problemas nos hagan sentir preocupados, de mal humor, impotentes o con rabia, afectándonos en otros aspectos de nuestra vida y en las relaciones con los demás, especialmente en la relación de pareja.
Por lo general, con nuestra pareja mantenemos un ambiente relajado y distendido, lo que supone una relajación en cuanto a los sentimientos que los problemas generan en nosotros. Cuando nos encontramos ante ese clima de confianza, nos mostramos tal y como somos y nos sentimos, sin tratar de disimular los efectos que los problemas nos producen.
Por ello, cuando nuestra pareja tiene problemas somos nosotros quienes mejor podemos detectarlo y averiguar cuánto le está afectando y en qué medida podemos ayudarle.
Podemos encontrarnos ante personas totalmente reservadas que no desean transmitir sus preocupaciones, no desean contar lo que les sucede ni esperan que los demás les ayuden. Otros por el contrario, encuentran en su pareja un fuerte apoyo y la persona idónea para desahogarse y hablar sobre sus preocupaciones.
¿Qué actitud debemos adoptar?
Debemos adoptar una actitud activa ante los problemas de nuestra pareja, tratando de ayudarle en su forma de afrontarlos y buscando las posibles soluciones. Es muy importante que seamos pacientes y que no juzguemos su comportamiento. No podemos desesperarnos ante su actitud derrotista, su temor o su desesperación. Probablemente, su principal apoyo seamos nosotros y, sobre todo, somos la persona de quien espera afecto y comprensión en esos momentos tan delicados.
Es muy posible que nuestra pareja no encuentre ninguna salida, nosotros podemos ayudarle aportando una visión más realista de la situación, convenciéndole de que no es tan grave y que hay soluciones.
Sus problemas, tarde o temprano, repercutirán en nosotros, puesto que es en la convivencia o en la cercanía de una relación afectiva donde más transmitimos lo que nos sucede. Debemos, por tanto, tener una actitud resolutiva y positiva para ayudarle a solucionarlos.
¿Cómo ayudarle?
Busca entretenimientos y diversiones para que pueda pensar en otras cosas y hacer una vida más relajada a pesar de los problemas.
Intenta que se enfrente al problema lo antes posible. Hazle comprender que si lo pospone sólo estará alargando esa situación.
Demuéstrale que estás de su lado siempre.
Busca todas las alternativas posibles, valorando los pros y los contras y elige la que consideres más adecuada.
Demuéstrale confianza en su capacidad para resolver situaciones conflictivas o en su forma de asumir la contrariedad.
Nuestra actitud es muy importante. Ser pacientes, comprensivos, cariñosos y entregados a nuestra pareja en momentos de dificultad, será muy positivo para ella.