La alimentación de nuestros hijos exige una gran atención, planificación y dedicación porque la primera infancia es el mejor momento para aprender hábitos saludables y con ayuda de los menús puedes conseguirlo.
La introducción de todo tipo de alimentos en la cantidad justa es fundamental para que nuestros hijos aprendan a llevar una dieta sana y equilibrada y además crezcan sanos, evitando así los riesgos que conlleva una mala alimentación, como desnutrición, sobrepeso, colesterol, diabetes u obesidad.
A la hora de diseñar el menú semanal para tus hijos, tienes que prestar atención a sus necesidades dependiendo de su edad incluyendo en su dieta la cantidad saludable de cada alimento y teniendo en cuenta su actividad física.
Alimentos que no pueden faltar en el menú semanal de nuestros hijos:
– Frutas: 3 raciones diarias
– Lácteos: 3 raciones diarias.
– Carne y pescado: Alternar en la misma frecuencia en las comidas (no en las cenas) la ración de carne y pescado. Un día pescado, pues otro día carne.
– Huevos: 4 ó 5 a la semana. Preferentemente a la cena.
– Legumbres: 1 ó 2 veces a la semana todo el año.
– Verduras y hortalizas: 2 raciones diarias. Lo ideal es darle una ración a la comida y otra a la cena.
– Cereales (pan): 1 ó 2 raciones diarias.
Arroz: 2 ó 3 raciones a la semana.
– Pasta: 2 ó 4 raciones a la semana.
Los niños deben hacer una adecuada distribución de las comidas a lo largo del día: Desayuno, meriendas a media mañana, comida, merienda en la tarde y cena. Manteniendo un horario disciplinado de sus comidas, ya que eso facilita la correcta alimentación y la adquisición de hábitos saludables que mantendrán a lo largo de su vida.
Desayuno.
El desayuno es fundamental para el buen desarrollo de nuestros hijos ya que se refleja en su estado anímico, rendimiento y estado nutricional. El desayuno debe componerse de al menos 3 de estos grupos de alimentos:
– Hidratos de carbono y fibra: pan, cereales, galletas, azúcar, miel, mermelada, cacao.
– Lácteos: queso fresco, leche, yogur.
– Fruta: zumo, batidos, macedonia.
Meriendas y tentempiés
Es el momento ideal para ofrecerle fruta y lácteos, se debe dar preferencia a los ingredientes más saludables, puesto que no se debe abusar de los embutidos ricos en grasas. Frutas, cereales, zumos, lácteos o frutos secos son opciones saludables para la merienda, ya que son nutritivos y aportan pocas calorías. También se puede introducir galletas, batidos o chocolate, pero de forma moderada.
Comida
Hay que ir alternando una ración de carne y pescado, acompañada preferiblemente por verduras, hortalizas, cereales o legumbres, evitando así acompañar cada plato con papas fritas. Se trata de ir variando los alimentos para que coma de todo sin abusar dando preferencia a las elaboraciones más sanas, reduciendo las frituras. Acompañando con ensalada, arroz, pasta etc.
Como postre se puede tomar un lácteo o una fruta para llegar a la cantidad o ración diaria recomendable. Los postres se deben tomar con moderación y en su caso mejor optar por las versiones caseras ya que son más saludables.
Cena
Debe componerse de una ración de verduras y una ración de huevo o pescado, aunque también puede ofrecerles carne aunque con moderación. Una tortilla o ración de pescado blanco. La cena no debe quedar relegada a un segundo plano. Es un error pensar que con ofrecerle a un niño un vaso de leche y unas galletas, o un bol de cereales, o un trozo de pizza es suficiente y que eso le basta para alimentarse bien.
Ventajas del organizar un menú semanal:
– Ahorras tiempo. Puedes realizar la compra para la semana, sabiendo lo que vas a necesitar.
– Ahorras dinero. Comprando para toda la semana, puedes distribuir mejor el presupuesto.
– Comes más sano y equilibrado. Organizándote es más probable que comas mejor, ya que puedes prever que en las diferentes comidas hayan diferentes tipos de carnes, pastas, vegetales, logrando así una mejor nutrición.
Un comentario
esto es ta muy bien