bfa9b7e5542153d134a3eed2bd0df6f6


Es posible vivir apasionadamente, resurgir a la originalidad y ser autenticas en todos los aspectos de nuestra vida.

Seamos las portadoras de veracidad en nuestras emociones, sentimientos y acciones de nuestras vidas.

Podemos vivir apasionadamente si somos autenticas y verdaderas con nosotras mismas y aquellos que nos rodean.

¿Por qué vivir intensamente todos los días?

Esta pregunta me la hice poniéndome  a pensar lo importante que es darle un sentido especial a tu día a día. Darle ese toque especial de originalidad a todo lo que haces, ser autentica en cada una de tus palabras, de tus acciones y de tus gestos. Todo comenzó cuando leí por casualidad una frase de una fotografía que me llamo la atención, la frase decía:

“yo no vivo, yo ardo.
Yo no lloro, yo lluevo.

Yo no escribo, yo destilo.
Y así todo el tiempo”

Muchas veces despertamos sin ganas ni de poner un pie fuera de la cama, mal humoradas, con miles de problemas por encima, responsabilidades, y demás cargas que son propias de la vida, que muchas veces varían según la manera de vida que se lleva, y mucho mas aun según la visión de vida que se llega a adquirir. Nos dejamos envolver por la rutina diaria, nos impregnamos de la misma sociedad en si robótica de que lleva sus horarios y sus actividades con las mismas ganas triviales de siempre. Dejamos un lado de pertenecernos a nosotras mismas, dejamos de ser autenticas, de llevar nuestro sello, y nos multiplicamos dejándonos mimetizar en la gente.

Pero, ¿Por qué pertenecer a esa maraña sin salida que simplemente te quiere convertir en uno mas para vivir a oscuras sin una luz especial en la mañana’ tenemos todo por mirar un amanecer con nuevos ojos, por vivir y irradiar desde el interior una luz que contagie por cada lugar donde tus pies caminen, vivir intensamente cada día, pero intensidad significa, fortaleza y vigor en todo lo que nos cueste trabajo hacerlo, en si lo que mas nos cueste corregir de nosotros mismos. ¿Por qué llego a este punto?, ahora mismo lo explico:

Para resolverlo volvemos a lo que dice la frase, lo primero que todo “no vivir, sin arder”, en el sentido de tener toda la vitalidad unida para no caer en lo primero que describí, en la rutina que llega a ser deprimente y que al final te cambia por completo. ¿Qué se puede hacer al respecto? Simple: cambiar esa pagina de la hoja, y llegar a una hoja en blanco nueva, con una visión, con un nuevo horizonte y nuevas oportunidades, que únicamente se logran con dicha “fuerza” emanados de nuestro propio interior.

Las demás palabras que le  siguen a la frase son simplemente una demostración de que se puede realizar cualquier actividad con la intensidad que la vida se merece: si lloramos que sea porque realmente lo hacemos movidas por un sentimiento verdadero, con el más hondo dolor o ya sea con la más profunda alegría. Si reímos que lo hagamos con los sentimientos más verdaderos que nacen de nuestra alma, siempre limpios, honestos y sobre todo libre de toda imitación. Regalemos tanto una sonrisa como también una lagrima que brote de emociones autenticas, transparentes y sinceras; no hay nada como expresar y compartir veracidad en nuestro vivir.

El transmitir sentimientos y emociones de este modo, también implica que todas nuestras actividades y proyectos que hacemos todos los días se contagien del mismo espíritu. Que mejor que dedicarse a lo que realmente te apasiona, que hagas tus deberes, tus obligaciones, con el mismo vigor que llevas tu vida. Y lo mejor de todo es que se logra de manera instantánea, todo lo que esta escrito en tu interior se exterioriza en tus acciones. Tu mismas palabras y todas esas acciones son la voz de tu interior y todo se trasformará cuando la verdad y la originalidad reine tu vida.

Vivamos intensamente, expresemos sin miedos, sin ningún tipo de vergüenza, ni restricciones, todos nuestros sentimientos auténticos.

Demos la espalda a todo tipo de falsedad, de sombras e imitaciones en nuestro sentir; podemos convertirnos en una nueva mujer, aquella que vive con gran pasión todo lo que hace y todo lo demuestra con autenticidad. Seamos y regalemos un sello original y real de nosotras mismas.

Ardamos a la luz de la verdad, apasionémonos de la vida, que es bella y tu eres una criatura de la vida, tienes el deber de irradiar esa belleza.

Autora: Viviana Dpg.
Fuente: http://www.todamujeresbella.com