El envejecimiento de la población mundial avanza en una proporción de un 2% de los adultos mayores de 60 años anualmente. Se calcula que en el planeta viven 600 millones de personas mayores de esta edad señalada y se proyecta que en el año 2025 se duplicará.
La Organización Panamericana de la Salud realizó en 1999 la Encuesta de Salud, Bienestar y Envejecimiento (SABE) para evaluar el estado de salud de la población de individuos mayores de 60 años en siete ciudades de América Latina, El Caribe, y México.
Los resultados de este estudio muestran que los adultos mayores poseen un estado de salud y nutrición inadecuado, lo cual es urgente atender a fin de optimizar su calidad de vida.
Más del 2% de la población padece desnutrición; la anemia afecta dos veces más a las mujeres que a los hombres. Más de 60% sufre sobrepeso y obesidad; cerca de 25% corresponde a hipertensos diagnosticados y del 15 al 20% a diabéticos, problemas articulares, reumatismo, y osteoporosis.
La malnutrición se ha relacionado como factor prioritario de enfermedades degenerativas: arteriosclerosis, infarto de miocardio, cáncer, osteoporosis, Alzheimer y otras demencias, Parkinson, cataratas, degeneración macular senil, trastornos gástricos y complicaciones de las diabetes.
La funcionalidad física, psíquica, socioemocional y la actividad física en las personas de edad van a repercutir en su estado nutricional y en la calidad de vida, por eso debemos prepararnos para ayudar a nuestros envejecientes en calidad de vida.
La alimentación dependiendo del estado de salud debe ser a base de proteína de calidad carbohidratos completos, grasa insaturada, buena hidratación y realizar movimientos según sus limitaciones.
Por: Dra. Maritza Arbaje
Médico Integral / Psicóloga Clínica