3d9a979b1c7ae6adda1ab5edd6c87151

La llegada de la menstruación es un momento trascendental en la vida de una niña. Algunas reciben esas primeras gotitas de sangre con alegría o alivio, mientras que otras experimentan cierto desconcierto e incluso miedo.

Y al igual que muchos de los otros cambios asociados con la pubertad, es posible que la menstruación les genere confusión.

Generalmente las niñas tienen su primer período entre los doce y los trece años de edad, aunque algunas lo hacen antes o más tarde. Si usted, al igual que yo espera a que a su hija tenga su primer período para hablar con ella sobre la menstruación, será demasiado tarde. Lo digo por mi propia experiencia.

Una gran cantidad de niñas no comprenden exactamente como es el sistema reproductor femenino y lo que sucede realmente durante el ciclo menstrual, lo que hace que este proceso parezca aún más misterioso.

Cuando hace unos meses a Martha, le llego el periodo por primera vez, armo tal escándalo, que creo que todos los vecinos del edificio se enteraron. Fueron gritos desconsolados y preguntas por montones.

Esta experiencia me dejo como resultado aconsejar a mis amigas para que no sufrieran como yo, y les proporcionen a sus niñas no solo información, sino también consejos y apoyo antes de que llegue el gran día.

Antes de hablar con nuestras niñas sobre la menstruación, es importante que tengamos muy claro en qué consiste exactamente el proceso, cuando las niñas comienzan a transitar la pubertad, que suele empezar entre los 8 y 13 años, su cuerpo y su mente cambian de muchas maneras. Las hormonas estimulan nuevos desarrollos físicos, como el crecimiento y el desarrollo de los senos.

El primer período recibe el nombre de menarca. La menarca no aparece hasta tanto todas las partes del aparato reproductor de una niña hayan madurado y estén funcionando en conjunto.

Según me explico mi ginecólogo, las niñas tienen su primera menstruación alrededor de 2 años después de que los senos comienzan a desarrollarse, unos  6 meses antes de tener su primer período, una niña puede notar la presencia de una cantidad mayor de flujo vaginal transparente. Este flujo es común. No hay motivo para que una niña se preocupe por el flujo, salvo que tenga un olor fuerte o cause picazón.

A las chiquitas, hay que indicarles que cuando vean que están sangrando, no deben alarmarse y menos vociferar como hizo Martha, sino más bien comunicárnoslo inmediatamente. Si están en el colegio al momento que ocurra deben notificarlo a su profesora y llamarnos inmediatamente.

Para hablarles de este tema, es propicio crear el ambiente, salir a caminar una tarde o sentarnos con ellas a tomar un refresco. Es oportuno nutrirnos sobre el tema tanto con el ginecólogo, como con el pediatra.

Por: Ileana Romero Madre de Martha