Los ojos y el corazón están abiertos a la metáfora de la vida que renace cada año. Para que tu mesa sea un símbolo de unión familiar, hazle un guiño a tus invitados colocando una nota especial en su plato en la que expreses todo lo bueno que le deseas en esta hermosa época.
Imprime tu mensaje en hojas de hilo de color lila o beige y amárralas con lacitos verdes, rojos o dorados. Te darás cuenta que aún la mesa más sencilla se verá esplendorosa con este toque. Si no eres muy dada a la palabra una sorpresita como un chocolate o un dulcito envuelto servirán para comunicarle a tu invitado cuan especial es.