Los malos hábitos del sueño en el niño afectan todo su desempeño en las diferentes áreas como son escolares, sociales, entre otros. El sueño es una necesidad básica para todos, en el caso de los niños ayuda a su desarrollo cognitivo, físico y emocional. Por eso es importante establecer rutinas y horarios claros para que los niños puedan adquirir hábitos de sueño.
Entre los signos están:
Irritable: cuando un niño no descansa bien puede frustrarse por cualquier cosa, tendrá cambios repentinos de humor e involuntariamente tendrá rabietas,.
Nervioso: puede que esté más inquieto que de costumbre y más impulsivo.
Cambios en el apetito: en muchos casos el niño puede tener falta de apetito o hasta tener más hambre de la normal, todo esto por no dormir lo suficiente y cambiar su rutina.
Falta de concentración: al niño no estar descansado su rendimiento baja, esto notándose más en la escuela.
Dolores físicos: en especial los dolores de cabeza, pero también dolores musculares por haber dormido mal.
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