Los niños nunca quieren comer las cosas que le hacen bien, y como padres siempre se busca que coman aquellos alimentos que ayudan a su desarrollo. Cuando se descubren las deficiencias nutricionales en la niñez es más fácil superarlas, por esta razón vamos a compartirte algunas deficiencias que debes tener muy en cuenta:
Deficiencia de vitamina D
La vitamina D contribuye con el crecimiento de huesos y dientes fuertes, la mayor cantidad de vitamina D que recibimos viene del sol, así que un niño que se expone muy poquito puede tener deficiencia. Los síntomas más comunes de deficiencia son dolor de huesos y muscular, en caso de no corregirse puede causar problemas graves como deformidades.
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Deficiencia de hierro
El hierro hace posible que las células rojas de la sangre transporten oxígeno a los órganos vitales y a todo el cuerpo. Los síntomas más comunes son anemia, cansancio, piel pálida, latidos cardíacos rápidos, irritabilidad, poco apetito, mareos.
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Deficiencia de vitamina B
La vitamina B ayuda a mantener un sistema inmune fuerte y una función mental óptima, la deficiencia puede afectar el aprendizaje del niño y su concentración. Los síntomas pueden ser: náuseas, dolores abdominales, vómitos, pérdida de apetito, indigestión, estreñimiento, mal alimento.
Deficiencia de Zinc
El zinc aunque no muy mencionado es muy importante para el desarrollo saludable y de crecimiento de los niños. Un niño con deficiencia de zinc puede experimentar falta de apetito, pérdida de peso y cambios en el sentido del gusto y/u olor.
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