Jugar con plastilina es una actividad que puede mantener a los niños ocupados durante un largo rato y además ayuda a la motricidad fina fomentando su creatividad.
Hacer masilla es más sencillo de lo que crees y se necesitan pocos materiales.
Necesitarás:
1 taza de Agua para cada color
1 taza de Harina blanca para cada color
½ taza de Sal para cada color
2 Cucharada de Aceite para cada color
15 gotitas de Colorante de comida para cada color
Crema de Tartar (opcional, hace que la plastilina dure más)
Un bowl
Una cuchara
Bolsitas de sándwich
Una olla
Procedimiento:
Pon una taza de agua en un bowl y luego el aceite, luego procedes a incluir la harina y la sal, y a mezclar, deja que los niños hagan este paso para que se involucren más.
Cuando este bien mezclado, se lleva a la estufa a fuego medio/bajo para que se vuelva una masa, cuando comience a despegarse de los bordes y se vuelva una bola, ahí está lista.
Deja enfriar. Luego amasa y has bolitas echándoles las gotitas de colorante para que se mezcle, amasándola.
Si la masa se pega en los dedos es porque debe volver a la estufa.
Y estos pasos son los que debe hacer para cada color de plastilina.
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