¿Tu niño es de los que tienen muchos arrebatos emocionales? En muchas ocasiones esto es muy difícil porque como padres no sabemos si nosotros somos los culpables de esto, pero lo bueno es que es una actitud que puede ser cambiada con un poco de paciencia y amor. Aquí te damos una serie de tips para lidiar con estos arrebatos.
Los niños dan algunas alertas cuando va a comenzar una rabieta, está pendiente de su mirada, esos gimoteos, si mueve mucho.
Si ves los primeros indicios de que vendrá una rabieta, trata de desviar su atención con algún tema o haciendo algo.
Luego de una crisis emocional, habla con tu hijo para descubrir cuál fue la raíz del problema y así buscar otras alternativas para demostrar las emociones.
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Algo que te puede ayudar mucho es mantener un diario con las cosas que han hecho a tu hijo enojar o llorar, para así saber cómo prevenirlo.
Dale opciones limitadas con las cosas para que no se estrese, un ejemplo: en el desayuno solo dale dos elecciones para desayunar.
Permite que de vez en cuando se exprese con rabieta, lo ayudará a aliviar su malestar. Debe dársele un momento para que llore y grite.
No debes ignorar lo que le ocurre a tu hijo, ya que para ti el motivo de su ataque emocional no tiene sentido, para él puede ser algo muy importante. Tu hijo necesita entender que te preocupas por lo que le ocurra.
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