En este interesante artículo la antropóloga Tahira Vargas nos propone reflexionar sobre la pela, el castigo infantil considerado por muchos como el más efectivo y necesario. En su columna de Clave Digital, esta investigadora de la vida en los barrios populares nos invita a autocríticar «nuestra socialización como padres, madres, hijos e hijas«. ¿Qué opinas tú?
Las pelas son las expresiones que legitiman los golpes de los adultos a los niños. Son los castigos físicos que se les da a los niños para corregirlos. Expresión violenta “normada” y aceptada en nuestra cultura, e incluso no percibida entre los padres/madres como violencia sino como una forma de educarlos, corregirlos.
Dar pela no es percibido como una acción violenta siempre y cuando es ofrecida por padres/madres, tíos/as y abuelos/as. Si no es ejercida por un familiar entonces es entendida como una acción violenta; entonces pasa que le “dieron golpes al niño”. Mientras son padres y madres no tienen esta connotación sino que se convierten en “correcciones”.
Los significados culturales expresos en las pelas pueden ser enumerados como los siguientes:
Las pelas son correcciones necesarias para la “educación” de los/las infantes. Corrección es un término que legitima la violencia, en la medida de que los/las infantes son «educados” “corregidos” para que asuman una conducta en dirección a las pautas culturales que la familia espera que respondan.
Las pelas permiten enseñarle a las/los niños disciplina necesaria para su formación. Las imágenes, símbolos que justifican la represión y el uso del castigo, como medida coercitiva, se reflejan en expresiones como “hijos(as) malcriados(as)”, “mal hijo(a)”, “niño(a) mal educado(a)”. Estas expresiones connotan la represión a la resistencia que la/el niño opone al modelo cultural. Las nuevas generaciones tienden a ser agentes de cambio cultural (entendiendo el cambio cultural desde una perspectiva amplia no referida a connotaciones de valor—positivo o negativo–), su resistencia a la permanencia de las normas culturales de las generaciones anteriores, son concebidas por nosotros(as) como “malos modales” “mal educación”.
Las pelas son la expresión de la autoridad y el ejercicio del poder y su necesaria reproducción. Ejercicio de poder presente en las relaciones padres/madres—hijos e hijas.
¿Porqué las pelas están legitimadas?
La legitimación de las pelas tiene que ver con la significación que tiene en nuestra cultura ser padres/madres o tutores/as.
Los/las hijos son considerados como posesiones de padres y madres, quienes son los responsables de su socialización y del aprendizaje de las normas culturales. Padres y madres recurren a ciertos tipos de procedimientos también normados para lograrlo.
Castigos, pelas e insultos: La violencia como norma familiar