Una de las principales barreras que impiden que las parejas no sean felices son las HERIDAS EMOCIONALES. Es inevitable que a veces nos hieran o que en ocasionemos lo hagamos a nuestra pareja y que la misma no se sienta cómoda con alguna acción o con las palabras que hemos dicho en un momento determinado.
Algunos recuerdos dolorosos hacen que tanto en los aspectos personales, como a nivel de la relación de pareja, el ser humano tienda a no avanzar y dejar de comunicar lo que le afecta..
Una herida emocional o física, no se olvida fácilmente, pero al “cicatrizar” el evento pasado, se recuerda sin dolor. Es así como el perdón permitirá ir sanando el corazón de la persona que hemos herido. Creando así la posibilidad de superar los daños causados al cónyuge.
Para sanar las heridas del matrimonio se debe asumir la decisión de perdonar, sabiendo que esto se logra mediante un proceso que toma tiempo, por lo que cada persona debe tener paciencia y perseverancia. No se debe olvidar que el primer paso, está en identificar lo que nos ha causado el dolor y no dejarlo profundizar en el transcurso del tiempo.
Cada pareja debe resolver oportunamente aquellas cosas que les lastiman, para que no se conviertan en heridas permanentes, sólo así podrán disfrutar de una vida matrimonial de paz y libertad.
A tomar en cuenta:
• Las heridas no sanadas impiden mejorar la relación de pareja. Hace que nazca la inseguridad, la desconfianza, la duda, el temor y la soledad.
• Al reconocer el evento o situación que nos ha lastimado, estaremos dando el primer paso para la superación de la situación que nos lastimó.
• El perdón permitirá ir sanando el de la persona que hemos herido y nos ayuda a crear un vínculo más fuerte con la misma.