Los minerales ayudan en los procesos vitales para el funcionamiento del organismo. El hierro es uno de ellos, pues es un mineral de importancia en la formación de la sangre.
Durante el embarazo las necesidades diarias de hierro por unidad de peso corporal alcanzan su nivel máximo. El hierro es requerido para el feto, la placenta, el aumento de masa de los hematíes maternos, y para cubrir las pérdidas del hierro. Para ello las necesidades de hierro son de unos 450 mg en el embarazo medio, siempre que este mineral esté disponible en el organismo o si se ingieren alimentos que contenga hierro.
En mujeres sin depósitos de hierro y donde no se ingieren alimentos que contienen hierro, la hemoglobina disminuye a lo largo de todo el embarazo. A medida que avanza el período de embarazo en la mujer del mismo modo va aumentando la necesidad de hierro en el organismo, dicho aumento va de 0.8 mg por día al principio del embarazo hasta 10 o 12 mg. por día durante en el último mes.
Durante la lactancia es también recomendable la ingestión de alimentos con este mineral pues la pérdida de hierro adicionales en la leche suponen unos 0.3 mg por día. Es importante que recuerdes que la deficiencia de hierro en la alimentación provocan anemia, es recomendable que se ingieran alimentos que contengan este mineral para evitar déficit del mismo y provocar ligeros padecimientos de anemia.
Fuente maicera.com
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