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Parar, pensar y meditar.

En este mundo rápido donde vivimos, el “queso” está en constante movimiento, y el poder ser agradecidos es una bendición!

Si no paro, y miro a mi alrededor…. respiro, y digo, «Gracias», siempre andaré tras lo próximo; viviendo una conquista eterna en cada área de mi vida, donde las recompensas no son capaces de saciar ese huequito interior.

Ese «huequito interior», como he decido llamarle, solo lo llena uno solo. Realmente, solo lo llena aquel a quien celebramos en esta época del año, aquel que todo lo dio por amor. Ser agradecidos es un acto de amor que muchas veces por nuestra condición de seres humanos perdemos de vista, y tras otra conquista, seguimos, sin parar, sin pensar, sin meditar.

Que el amor de Dios nos acompañe y que en este 2014 nos acordemos del gran significado que tiene: el de ser agradecidos.

Por: Shirley Pérez