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El Santuario de Mamíferos Marinos Estero Hondo es un área protegida que se encuentra en el municipio de Villa Isabela, Puerto Plata, específicamente en el Distrito de Estero Hondo. Es el Segundo lugar en el País donde habita el Manatí.

El Santuario de Mamíferos Marinos Estero Hondo, esta compuesta por 48.36 kilómetros cuadrados de territorio marino y terrestre y representa el refugio de Manatí (Trichetus manatus) más grande del país.

La importancia de este santuario reside en la necesidad de la preservación de estas especies, en peligro de extinción. Conocer de su existencia significa una reafirmación del compromiso de todos los dominicanos, a contribuir con esta loable labor de conservación de las especies y sus ecosistemas.

El Santuario de Mamíferos Marinos Estero Hondo está rodeado de manglares entre los que se destacan: mangle rojo (Rhizophora mangle), mangle blanco (Laguncularia racemosa), mangle botón (Conocarpus erectus), mangle negro (Avicennia germinans), sin duda la mayor extensión de manglares y en mejor estado de conservación de todo el litoral costero de la provincia de Puerto Plata. Además se observan decenas de especies de flora características de bosques secos costeros. En las zonas pantanosas se encuentran poblaciones significativas de crustáceos y aves que interactúan.

La bahía se encuentra protegida por barreras coralinas extensas, lo cual forma un ecosistema único. Saliendo desde el espacio protegido por mar se llega a la Isla Cayo Arena o Cayo Paraíso, una porción de arena de alrededor de 1 km2, superpuesta en una zona coralina; este lugar se ha convertido en una parada obligatoria para gran parte de los que visitan “La Novia del Atlántico”.

El atractivo principal aquí es tomar una excursión en lancha por la laguna, y así tener la oportunidad de observar aves y ver los manatíes.

SABIAS QUE… El Manatí es el único mamífero marino completamente herbívoro.

El Santuario de Mamíferos Marinos de Estero Hondo es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza con toda la familia y a la vez concientizar a nuestros hijos sobre el ecosistema, observar los manatíes y sus crías en su hábitat natural, conocer sobre su forma de vida, visitando un pequeño museo informativo, y caminar a través de un sendero hasta llegar a un mirador de observación.

Al terminar el recorrido se pueden adquirir recuerdos con la artesanía de manos locales alegórica a los manatíes, además de terminar en día con un almuerzo y baño en las cristalinas aguas de la playa de la Ensenada.