El hacer gira toda la dinámica familiar casi exclusivamente hacia el hijo enfermo puede tener consecuencias adversas.
Es posible que el niño con una enfermedad o condición especial acapare toda la atención de los padres y quizás del resto de la familia, sin embargo, es preciso que cuanto antes se pueda equilibrar la familia y puedan retomar su rutina diaria. No es recomendable que el niño enfermo sea el centro de atención de toda la familia. Es importante que sea integrado a la rutina de la familia, que no sea visto ni que le hagan sentir como el “niño enfermo”, esta situación a la larga genera mayores problemas sociales y de adaptación.
Los niños tienen derecho a conocer su condición de salud
Cuando a pesar de los tratamientos la evolución de la enfermedad avanza y produce un deterioro gradualmente de la calidad de vida o se evidencia signos evidentes del inicio de una etapa terminal sin posibilidad de alivio, los padres y la familia del niño enfermo enfrentan un proceso extremadamente doloroso, acompañado de la pérdida gradual de la esperanza y a la vez el resurgimiento de nuevos conflictos y culpas irracionales.
El niño pequeño que no es capaz de entender por qué se enfermó puede…
- Asumir que está siendo castigado por ser «malo».
- Enojarse con sus padres y con sus médicos porque no pueden curar la enfermedad.
- Reaccionar fuertemente si lo miman mucho, si lo embroman, o si recibe cualquier otro tipo de atención.
- Los tratamientos incómodos y las restricciones a su dieta o actividades pueden amargarlo y hacerlo reservado.
Para ayudar a su niño a manejar la enfermedad usted tiene que darle información sincera, precisa y apropiada para su edad, para así ayudarlo a que pueda entender.Con frecuencia los médicos, los padres, los adultos en general desconocen la capacidad que poseen los niños de comprender situaciones particulares relacionadas con su salud y por demás ignoramos el derecho que tienen todos los niños, niñas y adolescentes a conocer su estado de salud, sobre todo cuando requieran estar hospitalizados ( ver Derecho de los Niños Hospitalizados).
Fuente: Externa