Nos inquieta constantemente el tema de la calidad del tiempo en familia, y al mismo tiempo nos encanta planificar nuestras vacaciones pensando en la diversión, y enfocamos muchas veces tanto en que “sea divertido”, que podríamos caer en la “tentación” de ir rumbo a unas vacaciones donde cada miembro de la familia tenga su propia “isla” divertida en donde los demás no tienen cabida.
¿Cómo lograr entonces planificar vacaciones que nos aporten positivamente al tema del tiempo de calidad como familia? Es relativamente fácil y la respuesta radica en que el estilo de vida de nosotros como familia en el día a día esté conformado por tiempos cortos donde como familia dialoguemos, juguemos, compartamos y nos conozcamos cada vez más, de esa manera, cuando nos vayamos de vacaciones, el itinerario en algún momento tendrá también ese ingrediente que fluirá de manera natural, pues por más diversiones que tengamos todos los miembros, en algún momento estamos juntos al desayunar o comer, cuando nos trasladamos de un lugar a otro, en la playa o en la piscina, en la montaña o haciendo un bbq, en la casa de campo o paseando por el pueblo.
Cuando estemos planificando esas vacaciones hagámoslo entre todos, tomemos en cuenta los intereses y opiniones de todos en casa, y resaltemos que lo más valioso e importante, no es habernos montado en la montaña rusa más grande del mundo, sino el sentarnos a la mesa a compartir luego de habernos montado en esa montaña rusa y contar todos los gritos, sustos y caras raras que vimos y pusimos, de eso se trata, de compartir nuestro sentir en cada detalle que forma parte de nuestra vida. El tiempo apremia, no se recupera, no se puede vivir por adelantado, lo que dejamos de vivir en éste instante ya no lo recuperaremos luego. Ah, y en medio de lo bien que lo pasemos, siempre deben estar presentes esos “te quiero” o “me encanta verte reír”, que es la expresión de nuestro corazón ante las experiencias que forman parte de ese momento que vivimos.
Por: Ricardo Cañas
Especialista en Motivación.