El mero hecho de pronunciar la palabra Tsunami hace que la tensión aflore, nadie quiere hablar sobre el tema, un “Dios nos libre” resuena y pone fin a cualquier conversación. Es necesario hacer conciencia, no solo hablar, también hay leer aprender sobre este fenómeno natural y prepararse para que suceda en cualquier momento.
Primero, hay que despejar la nebulosa: Tsunami es una palabra japonesa utilizada para hacer referencia al MAREMOTO. La Enciclopedia Comunitaria Wikipedia lo define como un “evento complejo que involucra un grupo de olas de gran energía y de tamaño variable que se produce cuando algún fenómeno extraordinario desplaza verticalmente una gran masa de agua”.
De acuerdo a esta publicación, “se calcula que el 90% de los maremotos son provocados por terremotos” aunque también pueden producirse por erupciones volcánicas, deslizamientos de tierra, meteoritos o explosiones submarinas.
Mantener la calma, enseñar a tu familia a enfrentar las eventualidades a las que estamos expuestos por ser habitantes de una isla y organizar programas de prevención en hogares, escuelas y centros de trabajo, es lo que aconsejan los expertos de la Defensa Civil Dominicana para mitigar los efectos negativos de un maremoto.
Luego de un temblor en el país o la región, todas las personas ubicadas en las proximidades de costas, playas y riberas deben estar alertas, atentos al llamado de los organismos de prevención y a las señales que da la naturaleza (alejamiento muy notorio del mar).
Lo recomendables alejarse de las zonas de peligro, desplazarse en orden hacia edificios y terrenos que tengan una altura mayor de 10 metros.
Es importante tener una señal de alarma ( hay paises que tienen sirenas o sistemas que alertan sobre el riesgo de tsunami a través de la televisión o los teléfonos moviles). Si vives cerca del mar, podrías tener palabras claves para indicarle a tu familia cuando es el momento de buscar refugio de inmediato.
También hay que diseñar un plan de evacuación que se practique periódicamente y determinar qué zonas pueden servir de refugio durante la embestida del mar, en especial si se tienen niños y/o envejecíentes que no podrán correr tan rápido para guarecerse.
Si hay una alerta, bajo ninguna circunstancia te acerques a las playas y litorales. Esa curiosidad le ha costado la vida a miles de personas.
Sigue al pie de la letra las recomendaciones de los organismos de socorro, los únicos autorizados en dar instrucciones en caso de emergencia. No prestes atención a los rumores.
Cuando haya pasado el fenomeno reune a tus familiares y refugiense en un lugar seguro hasta que las autoridades indiquen que la zona está fuera de peligro. Puedes integrarte voluntariamente a las labores de rescate, prevención de accidentes colaterales como explosiones e incendios y a la reconstrucción.
Otras recomendaciones importantes son:
- Guarda tus documentos personales en un sobre plástico impermeable y reserva algunas copias en casa de familiares o amigos.
- Aprender a nadar es vital. En estos casos podría ser la diferencia entre la vida y la muerte.
- Si la embestida del mar es inminente, busca un lugar alto, busca algún elemento como un trozo de madera que te permita flotar, trepa un árbol y, si es posible, amárrate con una sabana para asegurarte.
- No confíes que el peligro paso después del primer oleaje, es posible que venga una segunda o tercera ola con mayor fuerza y altura.
- Si no encuentras a un familiar luego del paso de Tsunami, dirigite a los organismos de socorro u organiza una búsqueda junto a tus vecinos, nunca solo.
Descargar el siguiente material:
Guía de preparación para casos de Tsunami
Terremotos y Tsunamis medidas de protección