Cuando los niños saben que van a «ir al médico» o al pediatra, muchos se preocupan y sienten miedo ante la visita. Independientemente de que vayan a ver a su pediatra de atención primaria o a un especialista, los niños tienden a tener miedo y algunos hasta pueden sentirse culpables.
Miedos y preocupaciones más habituales sobre las visitas médicas
La separación. A menudo los niños temen que sus padres los dejen solos en la sala de revisación y los esperen en otra sala de la consulta.
El dolor. A un niño le puede preocupar el dolor asociado a ciertas partes de la exploración médica o a algún procedimiento médico. Los niños sienten un miedo especial a que puedan necesitar que les pongan una inyección.
El pediatra. Algunos de los temores del niño pueden estar relacionados con la actitud y forma de proceder del pediatra.
Lo desconocido. El miedo ante lo desconocido hace que a los niños también les preocupe la posibilidad de que sus problemas médicos sean mucho peores de lo que les explican sus padres.
Cómo ayudar a tu hijo?
Puedes ayudar a tu hijo estimulándolo a expresar sus miedos y refiriéndote a ellos con un lenguaje que él entienda bien y que sea difícil de malinterpretar.
Explícale la finalidad de la visita. Si la próxima visita de su hijo va a ser una revisión de rutina, dígale: «se trata de un simple chequeo. El pediatra se limitará a comprobar cómo estás creciendo y desarrollándote, al tiempo que te hace preguntas y te revisa para estar seguro de que tu cuerpo está sano.
Explique a su hijo lo que puede esperar durante una visita médica de rutina. Puedes hacerlo con la ayuda de un juego,los niños aprenden mejor durante el juego, También existen multitud de libros que ilustran una visita médica de rutina.
También es muy útil utilizar la representación de roles para enseñar a su hijo cómo actuará el pediatra:
- Utilizará un manguito para apretarle el brazo y medirle la tensión arterial
- Te mirará dentro de la boca (y deberá colocarle la lengua hacia abajo utilizando un bastoncito especial durante unos segundos para verle bien la garganta)
- Te mirará dentro de los ojos y de las orejas
- Te auscultará el pecho y la espalda con un estetoscopio
- Te palpará, dará golpecitos o presionará la panza para sentir y/o escuchar sus órganos internos
- Te inspeccionará brevemente las «partes íntimas» para comprobar si están sanas
- Te dará golpecitos en las rodillas
- Te observará los pies
Elija un pediatra que se relacione bien con los niños. Puesto que el pediatra de su hijo es su mejor aliado para ayudarle a afrontar las revisaciones médicas, es muy importante que usted lo elija con sumo cuidado.
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