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La música es un factor fundamental en nuestras emociones e incluso en nuestras reacciones, el concepto de música más conocido es: “el arte de combinar los sonidos con el tiempo”. La música crea un ambiente que fomenta la autoestima y promueve el desarrollo social, emocional e intelectual. Esto lo podemos apreciar en nuestra cotidianidad e incluso cuando nos encontramos en un estado de ánimo bajo y al escuchar una canción nos provoca un cambio de inmediato.

Esta teoría se fortalece más aún, cuando la ciencia hizo un extraordinario descubrimiento donde afirma que uno de los primeros sentidos que desarrolla el bebé (feto) en el vientre de la Madre es el auditivo. Al igual que la voz de los padres, la música le sirve de referencia a los pequeños pre y post natales, no hay dudas que a los bebés les encanta la música y es muy importante para su sano crecimiento emocional estimularlos con canciones, bailes, etc. Existen casos en los que la persona descubre la música como una fuente de vida, ese es mi caso. Cuenta mi madre que no tenía radio, TV o tecnología alguna cuando nací, y acostumbraba a cantarme melodías no importando si eran bien cantadas o no, sencillamente se apoyaba de armonías que medio susurraba en la noche para dormirme.

Al pasar de los años, descubrí que soy amante, seguidor y creador de la música. Así también, pueden nuestros hijos descubrir en la música talentos artísticos e incluyendo el aspecto social e intelectual, donde aprenden a tomar decisiones comedidas y analíticas.

Aquí algunas sugerencias para crear y desarrollar en el niño una fuente musical interna:

• Cantarle canciones desde el vientre de su madre.

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• Desde el 1er día de nacido, ir poniéndole música suave o tratar de cantarle una o
dos canciones fijas todas las noches, esto va creando un ambiente favorable para el
sueño del bebé y su percepción de la música. Además, se crea un vínculo de empatía Padres-Hijos cuyo lazo le servirá para las relaciones que el niño mantendrá durante toda su vida.

• Comprarle juguetes productivos y edificantes de piezas musicales.

• Compartir momentos musicales de los hijos para ayudar a reforzar su relación, ya sean conciertos, actividades de su colegio o compartir en familia de épocas importantes del
año, con alegría entre melodías y canciones.

• Apoyarlo sin vacilaciones en cualquier inquietud que sienta por algún instrumento

Por: Roberto Carlos Jorge
Cantautor
Director de la Academia de Música UDM